sábado, 17 de noviembre de 2007

No es cuándo llegamos, ya estamos en el camino

Parece que la cosa mejora, siempre y cuando no mires atrás para ver todo lo que has dejado, literalmente, en el camino. Y no miro atrás porque he de mirar hacia delante, porque se pueden encontrar muchas cosas nuevas que reemplazarán a las perdidas, porque quizá no lo están, sólo se transformaron en otras que encontraremos más adelante en el tiempo y el espacio, el de otra ciudad.
Empiezo a sentir un poco de estabilidad, el balancín tiende a caer a mi lado, pronto no sentiré los pies en el aire y podré pisar con más garbo. Cuanto más firme pise más seguros estaremos, y lo mismo ocurre si es al revés, si es Ruth la que aprieta.

Pronto volveré al sur unos días. Será reencuentro de sensaciones, de amigos, de familiares, de lugares amigos y sitios familiares. De calles. De paisajes.

Como la energía no se crea ni se destruye, se transforma, el viaje no será en balde, servirá para traer algunas de esas cosas dejadas en el camino, en varios caminos.
Sí, regresaré a mis dos ciudades, a la que contiene mi mar, y mis raices, y a la que me abonó y tuvimos que dejar contra nuestra voluntad. Traeré saludos y recuerdos para Ruth, también es su ciudad.

jueves, 1 de noviembre de 2007